martes, 14 de septiembre de 2010

No hay nada mas que eco.

Siento como el mundo impacta mi cerebro.
No me hace desmayar, el dolor es persistente y no se va.
Como si fuera parte de mis células, parte de mi nombre.
En el centro de mi cuerpo hay una batalla, no se quien esté ganando, ni sé realmente quienes son los guerreros. No los veo, solo los siento cada ves que eructan su coraje sin medida.
Cerraré los ojos, fingiré que estoy dormida ya que no logro conciliar el sueño con tanta adrenalina en mi corazón.
¿Que está pasando? Todo iba bien antes... ¿Que escalón pisé mal? ¿Merezco estar aquí?
Bailemos en mi prisma solar que construí cuando el viento soplaba para mí, hará mucho calor pero al menos no sudaremos por miedo al pensar que no volveremos a ser fríos... al menos como yo lo fui.
Porque de eso dependo, de donde no vengo y hacia donde no voy.
De mi locura y de mis pies que me obligan a correr.
De los segundos que se impregnan en mi frente y de lo borroso que se ven cuando intento verlos en mi reflejo.
Vamos, ayudame a brincar el solido oleaje que no me deja nadar.
Solo quiero sentir algo lleno aquí, dentro donde no hay nada mas que eco.
No puedo parar, solo quiero volar, mas no me he dado cuenta del error que no he podido arreglar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario